Desde muy pequeño me interesé por lo místico y lo mágico, sentía fascinación por los monjes budistas habitantes de escondidos templos en lejanas montañas.
Me gustaba pensar e imaginar los secretos y poderes que poseían esos sabios de barbas blancas y eterna sonrisa. Recuerdo que jugábamos con mi hermano a hacer viajes astrales, a leernos la mente y a descubrir el potencial infinito que intuíamos tenemos todos los seres humanos.
Con 15 años me fui a vivir al Uruguay con mi familia. Allí descubrí a mi otra familia , entre ellos mi abuela, una mujer maravillosa que parecía pertenecer a otro mundo. A mis hermanos y a mí nos fascinaba su peculiar manera de moverse en el espacio. Se veía lenta pero era rápida y jamás mostraba signos de fatiga. Era profesora de yoga y para ella esta disciplina la mantenía joven y fresca. En ese tiempo yo era muy joven y no tenia prácticamente ningún interés en una disciplina que se me antojaba de personas mayores y aburrida.
Un día mi abuela nos embaucó a mi hermano y a mi y sin saber muy bien cómo, nos vimos camino a una clase de Hatha yoga con más reticencia que ganas… Esa tarde cambió el rumbo de mi vida. La clase fue muy simple; un par de respiraciones, unas inversiones, unas flexiones hacia adelante y un par de extensiones. ¡Simple!
Recuerdo con nitidez, el estado mental que me sobrevino a esa clase y sobre todo las ganas irresistibles de seguir explorando ese mundo. Inmediatamente me vi, inmerso en los 6 años más intensos de mi vida. Empecé a estudiar con el maestro de mi abuela, no solo yoga, si no también artes marciales y misticismo.
Después de tres años empecé a dar clases a mis amigos y compañeros del instituto, más tarde a adultos mayores. Casi sin darme cuenta dejé los estudios formales y me metí de lleno en la práctica, la enseñanza del yoga y las artes marciales.
En el año 2001 volví a Barcelona para seguir aprendiendo. Tres años después empecé un viaje por el sudeste asiático que se ha ido extendiendo hasta el presente.
He meditado en templos remotos junto a verdaderos monjes budistas en Tailandia. He practicado kung fu en china junto a los monjes shaolines y he descubierto a los yoguis en mi querida India.
Durante los últimos 11 años he viajado una docena de veces para practicar con mi principal profesor de Ashtanga Yoga, Rolf Naujokat. He practicado con Sharat Jois en Mysore y he tomado una formación en Vinyasa yoga con la reconocida profesora australiana Louisa Sear.
También he recibido la formación de tres años con Dona Holleman, profesora legendaria en el sistema de yoga Iyengar que ha cambiado por completo mi visión y mi práctica del yoga.
He practicado extensamente con Chuck Miller, otra leyenda en el mundo del Ashtanga Yoga.
Hace 8 años establecí un programa de Yoga Mysore en Osaka, Japón. Con el tiempo se ha convertido en el más grande del este de Japón (Osaka, Kioto y Nara). Actualmente soy el director a cargo de los profesores de la Escuela de Yoga Viola Tricolor donde diseño la formación de profesores de la cual formo parte como formador. Esta formación de profesores es a día de hoy una de las más reconocidas en Japón.
Durante los últimos años he estado colaborando con diferentes escuelas de Yoga en España y China, impartiendo Workshops, cursos e instructorados.
Mi objetivo como profesor es el de difundir y enseñar el yoga de una forma pragmática y asequible. Mis enseñanzas están destinadas a todo aquel que tenga el deseo de profundizar con una mente abierta en el camino del Yoga.